¿Cómo se siente al recibir este nombramiento que el Episcopado Latinoamericano le ha confiado?
Siento que es una gran responsabilidad, porque la marcha de la América Latina, la Iglesia en general en todos las Conferencias Episcopales, siguen teniendo el gran reto de que la Misión Continental vaya tomando paso y de que podamos pasar, como lo han dicho aquí en la Asamblea, a la Misión Permanente; también siento una gran alegría, porque la confianza depositada en mi persona me alienta a seguir dando de mí lo mejor que pueda para servir a la Iglesia en estas responsabilidades.
¿Cuales son los retos que enfrenta la Iglesia Católica en América Latina?
Yo creo que el principal reto, y lo hemos aquí empezado a visualizar y seguramente esta tarde tendremos oportunidad de profundizar, es poder responder desde las realidades mismas tan complejas y difíciles que tienen las diferentes naciones del Continente y del Caribe, porque se han acrecentado problemas, hay una mayor dificultad de afrontar problemas cuando se hace una vertebración entre ellos, yo creo que esas realidades son las que la Iglesia debe iluminar y orientar pero con mucha conciencia de los problemas, este es un primer paso.
Y un segundo paso es seguir motivando y concientizando a las Conferencias Episcopales a quienes servimos, como Consejo, para continuar acertadamente en la marcha de la Misión Continental.
El Cardenal Raymundo Damasceno fue impulsor de Aparecida en el tema de la Misión Continental, ¿Usted como su sucesor, qué temas sustanciales cree que habría de impulsar dentro de la Misión?
Yo creo que generar procesos, conciencia con la conversión pastoral, descubrir como las estructuras deben de orientarse para que sean más eficaces y ayuden a la misión. También ayudarnos solidariamente, porque hay muchas Diócesis y Conferencias que llevan un paso mayor que otras, o experiencias muy valiosas que hay que compartir e incluso llegar, porque no, a la ayuda en recursos humanos para poder facilitarles a otros el camino de la Misión Continental.
¿Al recibir este nombramiento tendrá que dimitir la Presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano?
Bueno, esto lo tengo que plantear convenientemente en el Consejo de Presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano, no creo que haya ninguna dificultad si cuento con la colaboración de los miembros, como hasta ahora la he tenido, y se pueda intensificar para que en las sustituciones que sea necesario entrar ellos colaboren conmigo, me atrevo a afirmar que los miembros del Consejo de Presidencia están también muy contentos y por ello dispuestos a que saquemos adelante el año y medio que nos queda en conjunto para cumplir el trienio al 2012.
¿Cómo ve a los medios de comunicación en América Latina?
Siempre en una instancia como es el CELAM es muy importante que tenga su relevancia y presencia mediática, es una cosa que sabemos que es por el momento, la noticia; pero ojalá que podamos siempre generar dinamismos para una presencia mediática y dar a conocer lo que el CELAM propone, elabora y lo que las Conferencias Episcopales entran en comunión con esta Misión Continental.
Amigos, conocidos, autoridades, medios de comunicación y fieles a través de llamadas telefónicas, correos y redes sociales han expresado alegría por su nombramiento ¿Desea enviarles algún mensaje?
Sobre todo de corazón una gratitud, una actitud que me hace sentir mucha emoción el saber que a muchos les alegra que como Obispo de la Conferencia Episcopal Mexicana pueda ahora yo también servir como Presidente del CELAM. Esto me da mucha esperanza y sobretodo en su oración, en su apoyo moral y en el momento indicado, pues quienes lo deban de hacer, también su colaboración activa para cumplir mejor mis responsabilidades.
Un gran saludo y aprecio muchísimo todos estos signos de manifestación, de felicitaciones y de alegría por este nombramiento que he recibido.
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